
Hola amig@,
La vida está llena de despedidas.
Esta semana yo tuve que hacer frente a muchas en mi trabajo, lo que me ha hecho reflexionar.
Algunas despedidas son duras pero a futuro pueden llegar a ser positivas, como el cierre de un ciclo laboral o una mudanza. Otras, como la partida de un ser querido, nos toman por sorpresa y dejan una marca profunda y no tienen vuelta atrás.
Aunque todas nos confrontan con el cambio, también nos invitan a reflexionar sobre la riqueza de lo vivido.
Decir adiós no significa olvidar; significa reconocer la importancia de lo que tuvimos y, a veces, soltar para seguir creciendo. En mi experiencia, he aprendido que las despedidas no tienen por qué ser permanentes.
Cada adiós puede abrir una puerta hacia nuevas posibilidades, una conexión renovada o un recuerdo eterno que llevaremos con nosotros.
Cuando enfrentes una despedida:
1️⃣ Reconoce tus emociones: Es normal sentir tristeza, miedo o incluso incertidumbre. Dale espacio a tus sentimientos, porque ellos te están ayudando a sanar.
2️⃣ Recuerda lo bueno: Los momentos compartidos, las lecciones aprendidas y las memorias son regalos que permanecerán contigo.
3️⃣ Permítete avanzar: Cada fin trae un nuevo comienzo. Pregúntate: ¿qué puedo aprender de esta experiencia? ¿Qué nuevos caminos quiero explorar?
Si estás atravesando una despedida en este momento, quiero que sepas que no estás solo. La fortaleza y la esperanza están dentro de ti.
Recuerda que el amor y las conexiones verdaderas siempre encuentran la manera de permanecer en nuestros corazones.
Espero que este mensaje te inspire a ver las despedidas no como el final de algo, sino como una transición hacia lo que está por venir.
Y si quieres seguir creciendo conmigo y llenarte de herramientas de crecimiento personal, no puedes dejar de disfrutar los episodios de mi Podcast En Positivo.
Con cariño y siempre en positivo,
Lourdes
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