
Querid@ Amig@
Acabamos de celebrar uno de los días más hermosos del año: Thanksgiving, mi segundo día favorito después de Navidad. Esta es una fecha que nos invita a detenernos, reflexionar y dar gracias. Pero, ¿qué pasaría si lleváramos este espíritu de gratitud más allá del último jueves de noviembre?
La gratitud es más que un acto; es una práctica diaria que transforma cómo vemos la vida. Cuando damos gracias y vivimos en positivo no solo reconocemos lo que tenemos, sino que también abrimos la puerta a más bendiciones. Es como si al agradecer por lo pequeño, preparáramos nuestro corazón para recibir lo grande.
Hoy quiero invitarte a convertir la gratitud en un hábito. Hazlo sencillo: al despertar, piensa en tres cosas por las que estás agradecido. Al final del día, repite este ejercicio. Verás cómo tu perspectiva comienza a cambiar, cómo encuentras motivos para sonreír incluso en los días difíciles.
En mi podcast En Positivo, suelo abordar temas como este, explorando cómo pequeñas prácticas diarias pueden ayudarnos a llevar una vida más plena y con propósito. Si aún no lo has visto o escuchado, te animo a que lo hagas. En cada episodio, comparto reflexiones y conversaciones con personas increíbles que tienen mucho que enseñarnos sobre el mejoramiento personal.
Gracias por permitirme compartir estas reflexiones contigo cada semana. Es un honor ser parte de tu camino.
Con cariño y agradecimiento,
Lourdes.
Comentarios